Para nosotros es común porque las vemos a todo momento, pero alguna vez existió una época en donde las cajas de plástico eran apenas un rumor.
Rumor que con el tiempo y expansión se convirtió en uno de los pilares para el desarrollo de muchas áreas tales como el comercio que hoy conocemos.
Y si bien se podría pensar que solo se tratan de contenedores de plástico de base, tapa y cuatro paredes, el día de hoy te queremos hablar de cómo esas cajas de plástico han llegado a representar mucho más para los pequeños y grandes negocios del mundo.
A continuación descubre cómo era la vida comercial antes del nacimiento benéfico de las cajas de plástico, lo qué representó el descubrimiento de su principal componente y cómo su propagación marcó la evolución en la producción e intercambio de bienes comerciales.
Vida antes del plástico
Desde que el ser humano entendió los beneficios de almacenar han existido las cajas o contenedores. Aunque claro éstas no eran de plástico, los avances tecnológicos estaban muy lejos de alcanzar ese periodo, pero su presencia era significativa.
Estas cajas las podías encontrar en todo tipo de material: piel, metal, madera, piedra, y con el tiempo vidrio. Algunas eran meramente funcionales, es decir su único uso era permitir el almacenamiento de algún objeto para protección.
Otras cajas buscaban ser un objeto de estatus, hablamos de cajas ricamente talladas, decoradas con pinturas, piedras preciosas, etc.
En el área comercial se podían encontrar ambas: las cajas funcionales que solo servían para el transporte y distribución de productos, sobre todo madera; y las cajas adornadas que buscaban hacer la mercancía mucho más atractiva.
Nacimiento del polietileno
Cual fuera el material con el que estuviera fabricada la caja en ese entonces, el uso de ella para el comercio implicaba una inversión y aumento al precio del producto que afectaba al bolsillo del consumidor.
Por ello es que debió de resultar tan atractiva la idea de un material alternativo como el plástico para la fabricación de estas cajas, pues el plástico era mucho más resistente y considerablemente más barato de producir.
Sin embargo, fue hasta 1933 más de 20 años después de la creación de la baquelita de Leo H. Baekeland, el primer polímero artificial poco inflamable y resistente cuando frío, que nació el polietileno, el más común y usado plástico hasta la fecha por sus propiedades térmicas, durabilidad y ligereza.
Su nacimiento igual que todo gran descubrimiento fue por accidente, éste a manos de Fawcett y Gibson, químicos de la empresa ICI (Imperial Chemical Industries) en Londres.
Pero el invento habría primero de ser implementado como revestimiento de cables para submarinos en la Segunda Guerra Mundial y con el tiempo trazar su camino a la industria como caja de plástico fabricada en polietileno de alta densidad.
Impacto comercial
Popularizada la caja de plástico como método de almacenaje, distribución, y presentación de mercancía, llega al comercio una nueva era de desarrollo que benefició no solo a las grandes corporaciones y al pequeño negocio sino también a los consumidores y demás involucrados en el proceso, como:
Transporte seguro
En la época anterior a la caja de plástico, la opción más viable para la transportación de la mercancía eran las cajas de madera, pero tal decisión venía con ciertas desventajas.
El primero de estos inconvenientes era el daño a los productos por la calidad de la caja, esto sucedía cuando la caja de madera sufría algún golpe durante la transportación, por lo general el contenedor se rompía perjudicando la integridad de su contenido; esto implicaba una gran pérdida de inversión para los negocios.
El segundo corresponde a la falta de protección que los cargadores tenían que soportar al mover cajas de madera artilladas y con clavos salidos.
En cambio el paso a la importación y exportación de productos en cajas de plástico de polietileno de alta densidad garantizó la inversión inteligente al adquirir cajas resistentes a golpes y mayor seguridad por una estructura uniforme además de ligera para su transporte.
Recorte de costos
En comparación a las cajas de plástico, las cajas de madera y de cualquier otro material, son considerablemente más caras de producir y como vimos en el punto anterior, las de madera especialmente implican la posibilidad de daño y en consecuencia la pérdida de capital.
La pérdida y adquisición de caja, se veía reflejado en el precio del producto. Con la llegada de las cajas de plástico los comercios pudieron reducir costos en estos contenedores y distribuir productos mucho más baratos.
Además de que se abrió la oportunidad de usar el capital antes designado a estas cajas de poca duración en la mejora de sus productos.
Extensión de caducidad
Además de la resistencia, las cajas de plástico hechas con polietileno de alta densidad tienen la cualidad de regular la temperatura, de modo que si se coloca algo frío en su interior son capaces de preservar ese clima.
A los negocios este factor les permitió comerciar con productos más longevos, lo que impactó profundamente al intercambio de mercancía en lugares lejanos, sin en el pendiente de que se echaran a perder a medio camino.
Sin duda las cajas de plástico revolucionaron cada aspecto de los comercios hasta la fecha, y si bien hoy en día se habla mucho del impacto en el medio ambiente, no olvides que por su resistencia las cajas de plástico favorecen la reutilización y con ello la prevención del desperdicio que tanto daño ocasiona.
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